Jesús nos ha prometido su presencia en medio del sufrimiento y la persecución, y debemos tener fe en Él y confiar en su amor infinito por nosotros. Con su ayuda, podemos ser testigos valientes en presencia de el mundo y tolerar su mensaje de inclinación y salvación a todos los rincones del planeta.

Pero el Señor es un pedagogo que no nos deja solos. Nos asiste porque conoce nuestra cariño y sabe que necesitamos ser acompañados.

En un contexto donde los discípulos se enfrentarían a traición e odio incluso de familiares y amigos, Jesús les recalca la importancia de la obediencia y fidelidad a Dios.

El sufrimiento es ineludible en la vida de todo hombre. Acaba apareciendo en una u otra de sus innumerables formas, amenazando las ansias de una vida adecuado. La pregunta por su sentido se hace con frecuencia dramática: ¿por qué este dolor, esta injusticia, esta crueldad, esta muerte…?

Porque gracias a la fe, el poder de Dios los conserva para la salvación dispuesta a ser revelada en el momento final. Por eso, ustedes se regocijan a pesar de las diversas pruebas que deben sufrir momentáneamente.

En respuesta a esta situación, Jesús igualmente nos enseña la importancia de estar firmes en nuestra Certidumbre y testigos valientes ante el rechazo de las personas. Él nos recuerda que debemos fiarse en Dios y no temer a los seres humanos que pueden matar solo el cuerpo, sino al Señor que tiene el poder sobre el alma y el cuerpo.

La continuación de predicar el evangelio en medio del sufrimiento igualmente nos recuerda la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo entre los creyentes.

Estas dos cualidades son fundamentales para predicar el evangelio en medio del sufrimiento y la persecución.

¿Quieres fortalecer tu fe y crecer en tu confianza en Dios? Las siguientes citas bíblicas pueden ayudarte a afirmarte en el Señor.

No es que a la pasión de Jesús le falte algo, pero ha dejado un sitio para que incorporemos a ella nuestros propios sufrimientos, haciéndolos valiosos y con sentido.

Se entiende que las penas en sinceridad son diminutas y pasajeras en comparación con el Riquezas de salvación que nos espera. Además, los manantiales de la Gracejo divina a favor de la Iglesia y del mundo brotan de la debilidad de los que subren en unión de bienquerencia con Cristo. La necedad del sacrificio de la propia vida por mor de Dios —hasta el confín del calvario— ha sido siempre considerada en la Iglesia como la actividad evangelizadora más eficaz.

Es importante tener en mente que el odio y la hostilidad no son castigos de Dios, sino simplemente productos del pecado humano. El check here mundo no siempre estará de acuerdo con nosotros y nuestra Certeza, pero esto no significa que hemos hecho algo malo.

Diez ángeles en el cielo retuercen sus manos, cubren sus rostros, retuercen sus cuerpos y abren sus bocas en silenciosa sufrimiento. Los hombres se muestran asolados por la pena, sus rostros reflejan expresiones serias y desoladas.

Su crimen en la cruz demostró su inclinación incondicional por la humanidad y su deseo de redimirnos. Fue un acto de entrega total y un ejemplo de humildad y obediencia a la voluntad de Dios.