Como suele ser el caso, antiguamente de que podamos considerar las enseñanzas genuinamente radicales de Jesús sobre el sufrimiento, primero debemos pensar en su contexto religioso y cultural.

Los textos bíblicos nos brindan una enseñanza profunda sobre el sufrimiento de Cristo. En ellos podemos encontrar varias lecciones que podemos aplicar a nuestras propias vidas.

«Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Azar teme Job a Dios de balde? 10 ¿No le has cercado más o menos a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has hexaedro suerte; por tanto, sus fortuna han aumentado sobre la tierra.

Textos bíblicos ideales para acudir a los niños: una guía para transmitir los valores cristianos desde temprana antigüedad

Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.

por medio de quien igualmente hemos obtenido ataque por la Certidumbre a esta Agudeza en la cual estamos firmes y nos gloriamos en la esperanza de la cielo de Dios (Ro 5:2).

Una de las lecciones más difíciles que nos da Jesús en Mateo 10:21 es la posibilidad de traición y odio incluso en nuestras propias familias.

Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Redentor nuestro Salvador.

Es importante rememorar y reflexionar sobre el sufrimiento que Jesús experimentó durante su crucifixión, luego que nos ayuda a comprender el alcance de su sacrificio y a valorar el perdón y la salvación que ofrece a todos aquellos que creen en él.

Continuar predicando el evangelio en medio del sufrimiento requiere una Confianza firme y una confianza en Dios. Somos llamados a seguir Delante incluso cuando enfrentamos la hostilidad y el odio, porque sabemos que nuestra representación es compartir el mensaje de la salvación con todos aquellos que están buscando esperanza y redención.

Dios, en su providencia, no ha querido salvarnos quitando inmediatamente todo sufrimiento. Ha preferido hacerse compañero nuestro en el sufrir y padecer Él mismo con nosotros, para amarnos mediante el sufrimiento y convertirlo así en herramienta de salvación. Mirando al Crucificado luego nadie puede creerse en sus angustias incomprendido u olvidado por Dios.

El sufrimiento es una prueba. Una prueba, a veces, sobrado dura a la que es sometido el hombre. San Pablo, en sus cartas, nos acento con frecuencia de aquella paradoja evangélica de la amor y de la fuerza; implementada de manera particular por el apóstol mismo y que adyacente con él, prueban todos aquellos que participan en los sufrimientos de Cristo.

Pero háganlo con gentileza y respeto, manteniendo la conciencia limpia, para que los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo se avergüencen de sus calumnias.

En medio del check here sufrimiento y la persecución, Jesús nos instruye sobre cómo ser obedientes y leales a Dios. Él nos recuerda que debemos temer al Señor que tiene el poder sobre nuestra alma y nuestro cuerpo, en lugar de temer a los seres humanos que pueden matar solo nuestro cuerpo.